Algunos de los indicadores que
pueden ayudarnos a predecir en éxito en el aula, son los siguientes:
- La formación por parte del docente acerca del trastorno
es crucial para detectar estos casos y, sobre todo, saber tratarlos lo mejor
posible.
- Coordinación con todo el equipo docente que trabaja con
él, con la familia y con otras instituciones donde participe (salud mental,
asociaciones..)
- Tener una ratio de alumnos baja.
- Detección
precoz del problema.
- Utilización de medios técnicos que favorezcan su
atención (videos, ordenadores, etc.)
- Tener personal de soporte y refuerzo el mayor
tiempo posible.
En el aula:
- Situación del alumno: Sentar al alumno en la primera fila del aula,
cerca del profesor para así poder tener mejor un contacto tanto visual
como físico y llamar así su atención y evitar su distracción. Lejos de las
ventanas u otros elementos que puedan “llamar su atención”.
- El horario que planteemos, debe incluir las materias
instrumentales que necesitan un grado de concentración mayor al
principio de la jornada. Las otras áreas, las distribuiremos de una forma
más aleatoria en el resto de la jornada.
- Tener un profesor de apoyo que le ayuda en las tareas a realizar.
- El uso de
una agenda donde se vea de forma clara la organización de los tiempos y tareas
- Tenerles
siempre ocupados, con actividades diferentes y lo más motivadoras
posible.
- Darles
alguna responsabilidad, que se sientan útiles y, sobre todo,
motivarles.
- Tratar de
crear un clima de confianza, de seguridad y de afecto con los alumnos.
- Permitir al
alumno hiperactivo que realice algún desplazamiento por el aula a intervalos periódicos.
- Los castigos deben ser cortos, explicados con calma, y
previamente pactados. Deben aplicarse inmediatamente después del mal
comportamiento.
- Reforzar positivamente sus logros, sobre todo de forma emocional
- Adaptar el tiempo que asigna para la realización de tareas. Marcarle tiempos para que ajuste su tarea a ellos.
- Adaptar la cantidad de tareas en el aula o en casa. Reducirles la tarea, en la medida de lo posible.
- Tareas cortas, variadas y supervisadas.
- Subrayar, utilizar esquemas…
- Leer en voz alta.
- Entre tarea y tarea descansar o variar de actividad.
- Ante los exámenes, dividir o adaptar la cantidad de información, es decir, ponerle menos preguntas o darle la oportunidad de hacer el examen en dos veces. Realizar exámenes orales, pues el rendimiento es mayor que en el escrito. Aplique estas pautas a todo el grupo si lo cree conveniente. Hacerles a primera hora si es posible.
- Asegurarnos la comprensión de las explicaciones o de las instrucciones para realizar las tareas.
- Alternar actividades que supongan más concentración con actividades que no supongan tanta.
- A la hora de las evaluaciones realizar adaptaciones de acceso en función de las necesidades.
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